Trucos para una conducción eficiente

1. Arranque y puesta en marcha

El arranque del motor debe ser sin accionar ni pisar el acelerador, y si nuestro vehículo es de gasolina, emprender el movimiento de manera inmediata tras el encendido; con un vehículo diésel, deberemos de esperar unos segundos.

La marcha primera solo la utilizaremos para empezar a circular y cambiaremos a la segunda marcha de manera inmediata. A partir de ahí, entre 2.000 y 2.500 revoluciones se deben de ir cambiando las marchas en motor de gasolina, y en motores de diesel entre 1.500 y 2.000 rpm.

Lo ideal es circular siempre con la relación de marchas más alta posible a bajas revoluciones.

 2. Velocidad de circulación

La velocidad de circulación se debe llevar lo más uniforme y constante que se pueda para que el gasto sea menor y el tráfico más fluido.

Si tenemos que frenar, es mejor realizarlo de manera suave, si fuera necesario reducir más la velocidad lo haríamos cambiando de marcha, siempre lo más tarde posible.

3. Detención

Siempre que la velocidad y la distancia disponible lo permitan, conviene desacelerar el coche hasta el reposo sin reducir previamente la marcha. Además, si estamos inmersos en alguna retención y permanecemos parados más de un minuto, es recomendable apagar el motor. Actualmente algunos modelos de vehículos incorporan el sistema start/stop que mejora el consumo en retenciones y circulación por ciudad.

4. Anticipación y previsión

Mientras se esté al volante, conviene centrar especial atención en procurar una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión. De este modo, en el momento en que se detecte un obstáculo o una reducción de velocidad de la circulación de la vía, bastará con levantar el pie del acelerador para anticipar próximas maniobras.

Fuente: guiarepsol.com

Foto: auto10.com